Un tipo se dirige a su casa, despu�s de asistir a una suculenta y abundante cena de negocios, conduciendo su veh�culo; ha comido tanto y est� tan lleno que se afloja el cintur�n del pantal�n para sentirse c�modo. Al llegar a un sem�foro en rojo se le acerca un ni�o pobre de la calle:
"Reg�leme veinticinco centavos para comprarme un pan".
El hombre, con cara de desagrado, le responde:
"�Mir�, no me habl�s de comida que estoy lleno!"